1.Características más importantes que se detallan en los documentos sobre las dificultades que presenta el niño.
Ø Presenta dificultades en diversos ámbitos: verbal, numérico y memoria.
Ø No interioriza las consonantes.
Ø No afianza los números.
Ø Obtiene una puntuación equivalente a un niño de tres años y medio.
Ø Manifiesta serias dificultades en el desarrollo de las funciones lingüísticas, implicadas en el proceso de comunicación.
Ø Presenta dificultades en la organización de la información a nivel representativo.
Ø No es capaz de comprender y analizar la información que se le suministra a un nivel adecuado para su edad.
Ø Tiene problemas para vocalizar.
Ø Omite diversos fonemas, como por ejemplo: G, J, S, B, etc.
Ø Sustituye unos fonemas por otros.
Ø Comete errores en las sílabas trabadas.
Ø No mantiene el contacto visual cuando se le habla.
Ø Se distrae con facilidad.
Ø Presenta cierta inquietud motora.
Ø No sigue la dinámica de juego de clase, muestra más interés por juegos adecuados a su nivel evolutivo.
2.Identifica los profesionales o agentes que se vean implicados en la atención educativa de éste alumno.
En primer lugar, debe de estar implicado el maestro o tutor del alumno para conocer cómo éste se desenvuelve en clase (conductas, comportamiento, rendimiento), adaptándole los contenidos a las necesidad específicas del alumno en cuestión. En estos casos, además, el orientador del centro también se ve implicado en el estudio del comportamiento del niño, para valorar y evaluar las conductas específicas observadas en el aula, expuestas por la tutora. Además, la logopeda también interviene en este proceso, porque también ofrece información específica con respecto a las carencias lingüísticas (debido a que este niño cuenta con dificultades a la hora de hablar, como son la omisión y/o sustitución de fonemas y el hecho de que comete errores en las sílabas trabadas, además de cierta incomprensión comunicativa, entre otros aspectos). La presencia de un especialista en Pedagogía Terapeútica es esencial para que el niño, ayudado en ciertas ocasiones de éste, desarrolle sus capacidades durante el tiempo dedicado a realizar trabajo individual.
3.Tres medidas o actuaciones que cada uno de estos agentes podría poner en marcha según su competencia.
Las medidas o actuaciones que cada uno de los agentes que intervienen en este proceso pueden llevar a cabo están encaminadas a que el alumno en cuestión alcance los objetivos previstos para dicha etapa educativa, poniendo todos los medios y recurriendo a metodologías capaces de hacer posible esto. Dichas medidas pueden agruparse en función del tipo de recurso o metodología: así encontramos medidas a nivel individual (apoyo y refuerzo), medidas a nivel grupal (tipos de agrupamiento que supongan un beneficio determinado, tanto para el niño como para sus compañeros) y otros aspectos que son optativos como el uso de material específico: multimedia, audiovisual, entre otros, teniendo en cuenta las necesidades específicas del niño.
Equipo directivo del centro
Es el organismo del centro que debe conocer la situación específica del alumno en cuestión, estar al tanto de lo que ocurre en clase y estar informado de los datos específicos del niño (informe académico, datos personales y médicos), aprobando la propuesta de mejora que sea más beneficiosa y que ya haya sido planteada por la maestra-tutora, siempre que esté al alcance de dicho organismo.
Maestra-tutora
Junto con el equipo orientativo, la decisión de ofrecer apoyo específico a un alumno como es este caso, recae en la profesora-tutora, que es la que pasa más tiempo con el niño y conoce cuáles son sus capacidades y limitaciones.
La tutora puede llevar a cabo una metodología que enlace los aspectos visuales (que es donde el niño presenta un desarrollo correspondiente a una edad madurativa superior) con otros aspectos en los que el niño presenta cierto retraso. Por ejemplo, emplear imágenes para dar explicaciones sobre las actividades que los niños tienes que realizar en clase, para ir pasando de forma progresiva a otros canales de comunicación, especialmente el diálogo. Además, ya que el niño presenta la dificultad de no consolidar los números, por lo que se elaborará un mural, en el que la grafía de los números irá acompañada de un conjunto de objetos dibujados, y que servirá, además, de refuerzo para el resto del alumnado. Por último, como presenta dificultades para recordar datos determinado, la tutora puede proponerle actividades en las que tenga que memorizar secuencias y repetirlas él mismo siguiendo el mismo orden; también se puede pedir al niño, al llegar de casa cada mañana, que cuente a todos qué ha hecho el día anterior, para que recuerde cosas que le han ocurrido y, poco a poco, se fomente el desarrollo de su memoria.
Orientadora
Con respecto al cuerpo de orientación, el especialista asignado al aula en la que está el niño debe consultar a la maestra-tutora para observar cómo se comporta en el aula: a nivel individual, mientras juega libremente y con sus compañeros y a nivel grupal a través de trabajos en equipo o debates.
El orientador, debe favorecer situaciones, siempre que haya consultado a la tutora del niño, en las que se puedan observar las diferentes conductas que el niño puede comentar a lo largo de la jornada: situaciones de trabajo individual, situaciones de juego y situaciones de relación con el resto de sus compañeros. Además, se encargará de asesorar y orientar a los centros educativos en el desarrollo de las medidas propuestas relacionadas con el apoyo específico, cuyos destinatarios son los alumnos/as escolarizados en centros educativos, tantos públicos como privados y concertados, que requieran este tipo de ayuda.
Maestras P.T. y A.L. del centro.
Con la ayuda del asesoramiento del equipo de orientación, los especialistas en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje (logopedia) llevan a cabo programas de tipo organizativo y curricular, entre otros, siempre que algún alumno presente necesidad de recibir apoyo específico. Los programas de tipo organizativo hacen referencia al método seguido para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea lo más efectivo posible para el niño con necesidades. Por otro lado, los programas curriculares hacen referencia a la posibilidad de cambiar unos objetivos por otros, redactados de forma realista en función de las capacidades y posibilidades motrices, madurativas y cognitivas.
En cuanto al especialista en P.T., las medidas que puede adoptar en este caso están relacionadas con la organización a la hora de participar en dinámicas de clase (trabajar en equipo) y actividades en las que el niño tenga que mantener un diálogo siguiendo las pautas del mismo: contacto visual, gestos, entre otros.
Con respecto al especialista en A.L., ya que el niño presenta dificultades a lo hora de vocalizar, un método fiable y útil puede ser colocar al niño ante un espejo para que observa cómo poner la boca para producir fonemas distintos. A través del juego, se puede contar un cuento al niño y que éste nos resuma de qué trata, para que pueda desarrollar, de manera progresiva, hábitos lingüísticos y comunicativos (ya que presenta problemas para comprender y analizar información suministrada, acorde con su edad).
Instituciones o asociaciones externas
En este caso podemos referirnos a los servicios sociales y organismos específicos de carácter público (en primer lugar) o privado que ofrezcan asesoramiento sobre el tema específico del caso. La coordinación entre este organismo y los componentes del centro (maestra-tutora, orientadores, equipo directivo, especialistas en Pedagogía Terapéutica y Audición y lenguaje) ha de ser lo más estrecha y cercana posible, favoreciendo la comunicación interpartes y buscando las mejoras que estén al alcance de las posibilidades, teniendo como finalidad el desarrollo del niño.
La relación que debe de existir entre el centro y este organismo debe de ser lo más directa posible, para conocer aspectos a nivel individual que repercuten en el desarrollo del niño y otros relacionados con su ambiente familiar y próximo.
Se pueden organizar actividades extraescolares dirigidas a niños con dificultades de cualquier tipo en el municipio específico, favoreciendo la facilidad de acceso y evitando problemas de desplazamiento y disponibilidades de los padres. Estas actividades deben tener la cualidad de trabajar aquellos aspectos en los que el niño presenta mayor dificultad y retraso (capacidad de atención, desarrollo de la memoria, capacidades lingüísticas, entre otros).
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